andamioLos riesgos psicosociales, junto a los riesgos ergonómicos, la seguridad y la higiene, forman los pilares de la prevención en el ámbito laboral. Dichos riesgos se pueden manifestar en el ámbito laboral de diferentes formas y tienen una incidencia en la salud de los trabajadores y trabajadoras, ya sea mediante mecanismos psicológicos o fisiológicos. Además estos pueden suponer un importante problema en el desarrollo del trabajo.

Históricamente, los riesgos psicosociales son el estrés, la violencia en el trabajo en sus diferentes formas, el acoso laboral, el acoso sexual, la inseguridad contractual y el “desgaste profesional” (también conocido como burnout). Asimismo y según el Ministerio de Trabajo e Inmigración, dado que estos problemas se originan en las condiciones de trabajo y especialmente en aspectos organizacionales, que son dinámicos y cambiantes; en el momento actual y fruto de los nuevos cambios en el ámbito laboral y económico, en los últimos años se están generando nuevas formas de riesgos psicosociales (por ejemplo el conflicto trabajo-familia y el trabajo emocional). Lo mismo que ha ocurrido con las nuevas tecnologías.

Por lo tanto, la labor de prevención ha de articular los sistemas de alerta adecuados para identificar qué riesgos pueden producirse y estar al tanto sobre las posibles nuevas amenazas a la salud en el trabajo.  Para evaluar y evitar estos riesgos es necesaria la participación de los trabajadores durante el proceso preventivo. Las posibles enfermedades que se puedan dar (cardiovasculares, respiratorias, inmunitarias, mentales…) sobre todo vienen por una deficiente organización del trabajo y unas malas condiciones en el puesto de empleo.